


Virginia Woolf
“Pero, si algún día no vienes a la hora del desayuno, si te sorprendo a través de algún espejo buscando otra mirada, si el teléfono repiquetea en vano en tu habitación desierta, entonces, después de indecibles angustias (pues la locura del corazón humano no tiene fin) buscaré otro ser como tú, encontraré a otro ser que se te parezca. Entretanto, tratemos de abolir de un solo golpe el tictac del tiempo. Aproxímate más a mí.“
Las olas
Virginia Woolf
La amapola es una flor salvaje y delicada. Ha sido usada desde hace mucho tiempo como símbolo de paz, sueño y muerte. Es una flor especial. No permite ser cortada, se descompone y deshace rápidamente. El brillante colorido y vibración que presenta en el campo no aguanta ni siquiera unos minutos en nuestras manos. Si queremos conservarla, conseguir que permanezca, será necesario elaborarla, trabajarla de tal forma que no se estropee. La naturaleza resultante, imperfecta, será mucho más completa y elegante… y permanecerá.
La amapola, vista de esta manera, es una bonita metáfora del amor y los enamoramientos…
El amor y la belleza son los dos retos fundamentales del ser humano y lleva toda una vida llegar a comprenderlos.
La belleza repara.